Iniciamos esta semana, junto al Ayuntamiento de Torrent, una nueva fase de la restauración ambiental del barranc de l’Horteta.
El objetivo es dar continuidad a las actuaciones de adecuación morfológica y ambiental realizadas durante los últimos meses. Unas actividades centradas en eliminar diversas áreas de cañaveral –aproximadamente 3.500 metros cuadrados- para evitar la proliferación de esta peligrosa especie invasora.
Esta especie invasora es uno de los principales peligros para la biodiversidad, al provocar la desaparición de las plantas y animales propios de cada región y modificar profundamente nuestros ecosistemas.
Entre los efectos que provoca una alta densidad de esta planta destacan:
- La competencia y reducción de las especies autóctonas.
- Una mayor evapotranspiración.
- El aumento del riesgo de inundación en episodios de lluvia torrencial, ya que es fácilmente arrancada, al contrario que la vegetación autóctona, que sostiene los márgenes y es flexible, adaptada a los episodios de lluvias mediterráneas.
Plantaciones de ribera autóctonas tras la retirada del cañaveral
Tras la retirada de esta zona de cañaveral se inicia una segunda fase que se centrará en realizar plantaciones de especies de ribera autóctonas, en las que se prevé introducir 400 helófitos en primera línea (lirios amarillos y juncos) para el refuerzo de los márgenes y, tras ellos, una franja arbustiva compuesta por 680 saúces, adelfas y arraclanes.
Tras esta última especie, considerada en peligro de extinción, se esconden varios años de trabajos y ensayos por parte de la Dirección General de Medio Natural y de Evaluación Ambiental de la Generalitat Valenciana, a través del Centro para la Investigación y Experimentación Forestal (CIEF) y el Servicio de Vida Silvestre. Allí consiguieron reproducir la planta in vitro a través de los escasos ejemplares que se tenían censados originalmente. Este proceso permitió generar nuevos ejemplares que se han ido plantando en lugares que se escogen como reservorios para esta singular arbustiva.